Saludo Inicio de Clases 2020
Lomas de Zamora, 27 de febrero de 2020
“(…) les enseñaba como quien tiene autoridad (…)”
Mateo VII, 29.
“Jesús enseñando” Detalle del mosaico paleocristiano del ábside de Santa Pudenciana (Roma)
Estimadas comunidades educativas de la Diócesis de Lomas de Zamora
Nuevamente nos encontramos ante el desafío de un año lectivo que comienza.
Se abre un nuevo tiempo de desafíos en nuestras escuelas. Surgirán seguramente inquietudes, miedos, emociones y alegrías en todos los integrantes de nuestras comunidades, desde el docente que está a punto de jubilarse hasta el niño que recién comienza la “Salita de 3”.
De algo tenemos que estar convencidos: la Educación consiste en permanecer en lo propio, escuchar el llamado de nuestro corazón para desplegar nuestras potencialidades y ayudar a desplegarlas en los demás, especialmente nuestros alumnos. Frente a tantas soluciones mágicas que nos tientan en nuestro tiempo, llamativas pero vacías, frente a tantas propuestas “genéricas”, el secreto de nuestra labor educativa está en poner en el centro a la Persona Humana que se realiza en cada uno de nosotros. Persona que lleva nombre y apellido, que existe, que tiene vida, que le duelen algunas cosas, que se alegra por otras y que sueña metas reales.
Ojalá que en este año que iniciamos el centro de la educación en nuestras instituciones sea ayudar a dignificar a la Persona a través de nuestra tarea docente, administrativa, estudiantil, de maestranza, directiva, de representación legal. Dignificar a la Persona de carne, hueso y espíritu, cada uno desde su lugar, cumpliendo su rol y amando su vocación.
El que llama desde lo más hondo de nosotros mismos es Jesús Resucitado, el Maestro. Roguemos al Señor que inicia su camino de Cuaresma con nosotros, que podamos escuchar su Palabra, su invitación a cumplirnos.
Que María, Reina de la Paz, muy especialmente en este Año Mariano Nacional, nos conduzca al Pastor que es Camino, Verdad y Vida.
¡Buen comienzo!
Un abrazo fraterno para todos,
Dr. Ignacio Leonetti
Director
SALUDO DE NAVIDAD - JUREC
“(…) por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el Sol que nace de lo Alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombras de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la Paz.”
(Lc. I, 78-79)
La Adoración de los pastores. Francisco de Zurbarán, 1638.
Queridas comunidades de las escuelas católicas diocesanas:
El anuncio y el cumplimiento de la Promesa de la Salvación en la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo constituyen el hecho más importante en la historia de la humanidad.
Con el advenimiento del Niño Santo de Belén, todo lo creado asume una nueva faz, una luz de esperanza de la reconstitución definitiva en el seno amoroso del Padre que nos ama y jamás deja de buscarnos.
¡Váyamos al encuentro de Jesús en el Pesebre de Belén!
Animémonos a adorarlo junto a María y José, los pastores y los magos.
Ayudemos a los ángeles a cantar con alegría profunda los ¡aleluyas! a Dios.
Que nuestras aulas, oficinas y sala de maestros/profesores, patios y recreos, conversaciones, clases, recursos pedagógicos, relaciones humanas, tecnologías; que todo esté nutrido por la alegría del Redentor que llega.
Él quiere hospedarse en el corazón de cada uno de nosotros para luego llegar al corazón de nuestros colegios. Él quiere que lo encontremos en el prójimo, en cada compañero de trabajo, en cada estudiante, en cada docente.
¡Ojalá nuestros corazones, nuestras familias y nuestras escuelas sean pesebres en los que nazca el Salvador!
Gracias por el camino compartido este año, con la meta clara de hacer de la Educación Católica un espacio en el que Cristo Maestro sea el que hable y enseñe.
En nombre mío hago extensivo el saludo de todos los integrantes de la JuREC, que podamos tener una Santa Navidad en paz y fraternidad.
Dr. Ignacio Leonetti
Director